Para llegar a Timisoara (Rumania) elegimos hacer autoestop para sentir de nuevo la aventura en nuestros cuerpos.
Nos costó dos horas llegar a la frontera... y dos horas más de la frontera a Timisoara... Fueron unas largas horas de espera, pues no pasaban muchos coches y hacía mucha calor.
Primera etapa del recorrido Kiszombor, en la frontera de Hungria con Rumanía. |
Adiós Szeged |
Una mujer mayor nos recogió y nos llevó a la frontera. No entendíamos nada de lo que decía, pero sin duda era una buena mujer.
Cuando llegamos a la frontera almorzamos. |
Preparativos para ir a Timisoara. |
Haciendo dedo. El calor era asfixiante. |
¡En Rumania! El hombre que nos recogió (a la derecha de la foto) era un Rumano que sabía Italiano. ¡Era muy amable y nos entendimos para hablar con el durante el viaje! |
De nuevo teníamos que cambiar moneda. |
Llegamos sanos y salvos a Timisoara. Detalle de un reloj floral en un parque. |
¡un 10 para el hombre que nos cogió en la carretera! |
Con Oana, nuestra anfitriona couchsurfer en Timisoara. ¡Una chica muy alegre y simpatica! |
Con la familia de Oana. ¡Aquí enseguida nos sentimos como en casa! |
La madre de Oana nos sirvió la comida que había preparado |
Un plato de "Ciorba" Una sopa de verduras. |
Para segundo plato las mismas verduras pero sin ser sopa... y con ajo. ¡Estaba bueno! |
Nos dejaron unas bicicletas y fuimos paseando al centro |
Fuimos a una quedada de amantes del Tango (Milonga) Para disfrutar bailando o viendo Bailar este baile argentino |
Paseamos por el centro |
Sinagoga |
Probamos la cerveza local: Timisoriana. |
Baño de mujeres |
Y baño para barbudos. ¿Donde mean los hombres que se afeitan? |
La catedral por la noche |
Ya desde la primera hora de la mañana el ambiente es muy amigable en casa de Oana. |
La casa esta a las afueras. Tiene jardín, terraza, huerto... ¡Me sentí muy relajado allí! |
¡Tuvimos suerte de encontrar a Oana por couchsurfing! |
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