¿Hacía dónde y de que manera?

La verdad es que no importa hacía donde vamos. Lo que importa es el camino que recorremos. Y no precisamente el camino físico, sino más bien ese cúmulo de experiencias que nos enriquecen si prestamos atención al momento.

Si estas atento, da igual el lugar donde estés. Puedes ver maravillas donde antes sólo había barro, y puedes ver barro, donde antes solo veías la torre Eiffel. Al igual que al sabio no le hace falta llegar a la Luna para saber que la Tierra es redonda, al atento no le hace falta llegar a ningún lugar concreto para darse cuenta de que cada rincón del planeta es digno de ser admirado.

Esta bien un monasterio nepalí y son fantásticas las pirámides de Egipto, ¿Pero vamos a menospreciar ese roble gigante que hay en la plaza de un pueblo alemán? ¿Vamos a pasar por alto la gentileza del buen hombre belga que desinteresadamente nos acompaña al supermercado más cercano? ¿Y esa roca que vemos en un camino de montaña que tiene la forma de un colosal cocodrilo?

Da igual donde vayamos porque al único lugar que podemos llegar es a nuestro interior. Y una vez nos conozcamos a nosotros mismos, conoceremos al mundo. Por eso este blog se llama "Hacía Ningún Lugar". No importa el destino. Importa el camino. Y para hacer camino, no conozco nada mejor que el caminar.

Caminando uno tiene mucho tiempo para reflexionar. Observas los paisajes, la gente del lugar. Te da tiempo a todo y al mismo tiempo, no hace falta hacer nada espectacular para sentirse vivo.

Caminando se conoce a los demás, pues no hay más remedio preguntarles donde esta la fuente mas cercana, o cual es la mejor ruta para avanzar hasta el siguiente pueblo.

Caminando el sol es más dulce que yendo en avión, y la lluvia más emocionante que yendo en tren. 

Caminando tu cuerpo toma protagonismo, y tu mente toma las decisiones sin precipitación. 

Caminando el viaje se hace flexible, pues siempre puedes volver sobre tus pasos o cambiar de ruta. Hay margen para la improvisación.

Es por eso que, en primer lugar, queremos cargar con nuestras mochilas y hacer este viaje andando. Así podremos ser conscientes de cada uno de nuestros pasos, y podremos saborear una dulce victoria cada vez que lleguemos a un nuevo pueblo. 

En segundo lugar, esta el destino. El lugar hacia donde vamos. Pero el destino poco importará si el viaje a sido gratificante. Así, brindo porque el viaje sea el camino y que el lugar hacia donde nos lleve el camino sea hacía nosotros mismos. ¡Viajemos Hacía Ningún Lugar!

Aun así, hemos de elegir una ruta. Una ruta que se pueda moldear. Viajemos hacía el Norte. Y luego...¡Ya veremos!

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Nota del día 20/04/2015

Y vaya si es moldeable el camino... pues parece ser que no vamos a caminar tanto. Ya hemos hecho bastante autostop y hemos cogido un tren.... en fin, seguimos adelante.

3 comentarios:

  1. Que razón tienen. El exterior es un reflejo del interior. Estar en el instante presente te abre todas las posibilidades. No estáis solos sabéis que alguien importante camina a vuestro lado. Y él todo lo sabe. Todo lo ve y hará que vuestro camino sea una experiencia inolvidable. Un beso. Gloria y Michel

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  2. Caminante no hay camino, se hace camino al andar... Disfrutad!!!!

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  3. Hola somos Vicent y Mariola de la Ecoxarxa .
    Nos alegra un montón que hayáis decidido emprender este viaje, ya que nosotros en algún momento empezaremos el nuestro y así tendremos alguien a quien poder recurrir para que nos contéis cositas, os mandamos un regalito.
    https://www.youtube.com/watch?v=SXfNnjyqlKU

    Hasta pronto y a disfrutar de cada segundo.

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