viernes, 5 de junio de 2015

¡Estamos en Alemania! Kall

Estuvimos muy bien el Bélgica, pero el viaje, como la vida misma, tiene que continuar.

Detalle de una pintura en nuestro dormitorio de Bütgenbach.
Por la mañana preparamos nuestras mochilas y salimos rumbo a Alemania.

Estuvimos casi una hora para que alguien nos recogiera a la salida de Bütgenbach y la persona que nos recogió solo nos desplazó hasta una carretera cercana cerca de la frontera con Alemania.

Con la música a otra parte

Aquí las rotondas las adornan con tanques.




Allí estuvimos durante mucho tiempo hasta que un hombre de Beirut que trabaja en Alemania se detuvo y nos hizo el favor de llevarnos a Kall, donde teníamos que dormir las siguientes dos noches.

El hombre de Beirut nos explicó que Kall no estaba en su ruta, pero que hacer autoestop en Alemania es muy complicado porque aquí la gente es más cerrada que en Bélgica. Tuvimos suerte, pues el calor era asfixiante ese día, y para llegar a Kall tendríamos que haber sudado mucho si hubiera sido de otra forma.

Llegamos a Kall mucho antes de lo previsto. Habíamos quedado a las 19h y eras las 12h. así que nos dimos una vuelta por Kall y sus inmediaciones hasta que se hizo la hora.

La casa donde vamos a estar dos días. En el momento de nuestra llegada estaba vacía.

Usamos esta casita de madera para guardar nuestras mochilas. Una vez ligeros de equipaje fuimos a explorar.

Kall es un pueblo de casas y es grande en extensión. Le hacíamos fotos a los nombres de las calles para no perdernos.

Paseamos por el bosque.

La iglesia de Kall.

Refugiándonos en un bar del intenso calor.

A los de la mesa de al lado les pusieron este helado.

Paseando encontré caracoles gigantes.

50 caracoles. Ni más ni menos.

Aquí se puede apreciar su tamaño

A las 20 horas llegó nuestro anfitrión a la casa. el se llama Marco y trajo consigo a su familia. Dos niños y una niña.

Ellos nos acogieron estupendamente. Son muy simpáticos y con ellos estamos practicando inglés y intentando pronunciar algunas palabras en alemán. Ellos nos prepararon la cena y pasamos una noche inolvidable.

Cervezas alemanas. (De colonia) Aquí las cervezas son de medio litro.

Como siempre se me olvido de fotografiar la cena. Una lastima, pues esta vez era riquísima. Un guiso de carne de cerdo con chapiñones, cebolla, y crema, acompañado de patatas hervidas y espárragos verdes. 

Y de postre pastel de ruibarbo. ¡Muy rico!





1 comentario:

  1. Tenias que haber pedido la receta de ese pastel, a ver que tal estaba!!!! y los caracoles cuando los vea María va a flipar, mandala al wasap!!!!!
    Eva

    ResponderEliminar

¡Comenta que te parece esta entrada!