viernes, 17 de julio de 2015

Dragomiresti



De Brasov a Dragomiresti en autobús y seguimos sumando kilómetros por Rumanía...

Con la música a otra parte


Esta vez fuimos a casa del padre y la hermana de Gabri, una amiga nuestra rumana que vive en España desde hace muchos años.

Allí nos acogieron con los brazos abiertos. Son gente sencilla y amable y nos han ayudado mucho.

El padre de Gabri preparándonos una barbacoa

Comiendo un arroz caldoso en buena compañía

Animales...

Y la huerta en casa. Me gusta Rumanía.


Un día fuimos con Mihaela a Targoviste, la que hubiera sido capital de Rumanía si no hubieran asesinado a Ceaucescu al final de la época comunista del país.




En el exterior de algunas iglesias ortodoxas se puden encender velas sin pagar en honor a los los familiares fallecidos


Vlad Tepes

El padre de Vlad. De el viene el nombre de Dracula



¡Todo sigue bien por este maravilloso país! Caballos, fajos de billetes de dinero en las carteras que bien poco valen, pastores con vacas por en medio del pueblo, pollos en las lindes de las carreteras, abuelitas vestidas como hace 200 años, baños en los exteriores, gente amable, castillos enormes, niños libres, perros sin dueño, setas en las montañas, autobuses que paran a la gente que hace autoestop... ¡Todo es posible en Rumanía y todo me gusta cada vez más!

Este carro no es un capricho. Con los caballos trasportan mercancías.
Lo de la izquierda de la imagen es una maquina sacando petróleo. Si, Rumanía tiene petroleo. ¿Lo sabíais? 




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