martes, 21 de julio de 2015

Desenlace

Debo pediros perdón, pues la última entrada era falsa. Era sólo un señuelo para no mostraros el desenlace final. En lugar de ir a Pitesti a pasar 3 días en la montaña el viaje fue el siguiente:




Si, habéis visto bien. casi 3.000 kilómetros desde Rumanía hasta España para volver a casa. Yo estoy casi tan sorprendido como vosotros, pues si hace una semana alguien me hubiera dicho que la semana que viene estaría en España, no habría apostado por ello. Nosotros creíamos que íbamos a llegar por lo menos a Stambul, pero el destino y las señales del universo apuntaron hacía otra dirección y de repente, decidimos volver a nuestro pueblo acabando nuestro tour por Europa de una manera diferente. 48 horas en un autocar, con todos nuestros compañeros de viaje rumanos (algunos de ellos gitanos).

 Las razones para regresar fueron las siguientes:

1- La capacidad para recordar es limitada y ya casi no podíamos retener en la memoria todo lo vivido.
2- También la capacidad de sorprenderte por lo que te va pasando disminuye. ¡Y a mi me gusta sorprenderme de cada cosa increíble que me pasa!
3- No se si fue del frío de la montaña o que, pero se me han vadado los dientes. A Carmina le salieron heridas en la cara. Otro síntoma de que estábamos viviendo muy intensamente.
4- Pensábamos cada vez más en España, en nuestros amigos y nuestra familia.
5- Carmina pensaba en la piscina. Yo pensaba en mi huerta.
6, En Targoviste, el padre de nuestra amiga Gabri, nos dijo que el viajaba mucho a España en autobús y que el viaje costaba 80 euros. Si hubiéramos ido a Stambul y hubiéramos querido regresar desde allí, nos salía mucho más caro. Más aún porque empieza la temporada alta.
7- ¡Este hombre llamó casi sin consultarnos a ver si quedaban plazas para el día siguiente! Y si que quedaban... pensado y hecho. Para casa.


Han sido más de tres meses de experiencias continuas y de maravillosas aventuras. Atravesando diez países (las estrellas del mapa marcan algunos de los sitios que hemos visitado) y recorriendo innumerables kilómetros. Haciendo autoestop, conociendo cientos de personas, ordeñando vacas y subiendo montañas... ¡Pero todo tiene su fin!

¡GRACIAS A TODOS POR HABER SEGUIDO ESTE BLOG! Yo lo he hecho con toda la pasión que he podido. Quizás publique en las siguientes semanas alguna entrada más con cosas pendientes... no lo sé. Pero lo escrito ahí quedará para el recuerdo. Espero haberos entretenido y que os haya gustado.

Ahora os dejo con las fotos del viaje de Rumanía a España. ¡UN ABRAZO PARA TODOS! Y a todos los que nos ayudasteis por el camino...¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡Y MIL GRACIAS! ¡NOS VEMOS POR ESPAÑA! (cualquiera que se sienta aludido que nos envíe un mensaje ¡No queremos perder el contacto!)

Especial dedicatoria a Nico, de Bethune. (Te llevamos en el corazón)


Caminando hacía el primer bus que nos llevaría desde Dragomiste, hasta Targoviste

Era un mini-bus y estaba llenísimo. Nuestro equipaje, al lado del conductor.

El autobus con el que cruzamos Rumanía. 

Un autobús hasta los topes de rumanos con dos españoles infiltrados.

En Arad el autocar se detuvo. Allí se distribuían los pasajeros de varios autobuses venidos desde todos los puntos de Rumanía. A nosotros nos toco el numero 5, que pararía en Castellón.

En una parada compré una bolsa de gusanitos tamaño familiar por 20 centimos

Dos noches enteras en un autobus... Espero que no se repita esto muchas veces.

En la frontera de Rumanía con Hungría. Nos hicieron bajar a todos los pasajeros para pedirnos la documentación.

En nuestro paso por Italia. 

Gitanos aprovechando una parada para mojarse los píes. 

Nuestro autocar y unos cuantos camiones.

La úñltima puesta de sol del viaje vista desde el interior del autocar.

¡Habíamos llegado a Castellón! Todavía quedaba coger el autobús Castellón-Onda

Recién llegados a Onda

Familia de Carmina. Carmen se llevó una buena sorpresa. Lastima no haber grabado eso en vídeo.

Mi padre, Carmina, yo, y mi madre.

Un buen almuerzo para los recién llegados.

Familia de Carmina. A mi lado esta Pepe, el padre de Carmina. ¡Me gustó verle de nuevo!

Habían pasado ya unas cuantas horas desde nuestra bajada del autobús pero mis pies seguían hinchados

¡Celebramos nuestro regreso en buena compañía!
Patri,la prima de Carmina fué nuestro compinche para sorprender a nuestros familiares a nuestro regreso. Dejo aquí algunos delos vídeos que pudimos grabar gracias a ella.

Nuestra reportera Patri.










viernes, 17 de julio de 2015

A por setas a Pitesti

Esta entrada es solo para avisar que nos vamos de nuevo a un lugar donde no tendremos internet. Vamos a estar tres días desconectados del mundo junto a una familia en un pueblo llamado Pitesti. Esta familia tiene una casa en la montaña... ¡Y allí hay setas!

Pero aviso que en la nueva entrada vais a sorprenderos. ¡Estad atentos y tened un poco de paciencia pues va a ser algo especial!




Ah, aprovecho esta entrada tan breve para intentar averiguar algo que me tiene intrigado.

Este Blog sabéis que fue creado para mantener informados a familiares y amigos de nuestras aventuras...

Sin embargo, parece que alguien de Estados Unidos entra al Blog cada día desde hace mucho tiempo. Nosotros no sabemos como alguien de EEUU se ha enterado de la existencia de este Blog.

Si usted es esa persona de EEUU, por favor, ponga un comentario en esta entrada que yo te responderé. ¡Me gustaría saber quién eres y conocerte y saber un poco de ti!

¡Hasta la próxima semana!





Dragomiresti



De Brasov a Dragomiresti en autobús y seguimos sumando kilómetros por Rumanía...

Con la música a otra parte


Esta vez fuimos a casa del padre y la hermana de Gabri, una amiga nuestra rumana que vive en España desde hace muchos años.

Allí nos acogieron con los brazos abiertos. Son gente sencilla y amable y nos han ayudado mucho.

El padre de Gabri preparándonos una barbacoa

Comiendo un arroz caldoso en buena compañía

Animales...

Y la huerta en casa. Me gusta Rumanía.


Un día fuimos con Mihaela a Targoviste, la que hubiera sido capital de Rumanía si no hubieran asesinado a Ceaucescu al final de la época comunista del país.




En el exterior de algunas iglesias ortodoxas se puden encender velas sin pagar en honor a los los familiares fallecidos


Vlad Tepes

El padre de Vlad. De el viene el nombre de Dracula



¡Todo sigue bien por este maravilloso país! Caballos, fajos de billetes de dinero en las carteras que bien poco valen, pastores con vacas por en medio del pueblo, pollos en las lindes de las carreteras, abuelitas vestidas como hace 200 años, baños en los exteriores, gente amable, castillos enormes, niños libres, perros sin dueño, setas en las montañas, autobuses que paran a la gente que hace autoestop... ¡Todo es posible en Rumanía y todo me gusta cada vez más!

Este carro no es un capricho. Con los caballos trasportan mercancías.
Lo de la izquierda de la imagen es una maquina sacando petróleo. Si, Rumanía tiene petroleo. ¿Lo sabíais? 




jueves, 16 de julio de 2015

Brasov

Brasov es una ciudad que pienso en su día fue muy bonita, pero ahora la mayoría de los edificios no parecen muy bien conservados, incluidos los edificios de las calles más turísticas. lo cual desluce un poco un paseo romántico por el centro de la ciudad.

Pero para mi lo más bonito de esta ciudad es que esta situada justo abajo de una gran montaña. Una montaña tan empinada, que la ciudad no pudo jamás crecer en esta dirección. Así, el centro histórico esta muy agrupado y bajo la sobra de un muro gigantesco cubierto de árboles. Ah, y puedes ver el centro en unas pocas horas, así que si piensas alguna vez visitar esta ciudad ten en cuenta que te sobrara tiempo para poder visitar los castillos de las ciudades cercanas.



La Iglesia Negra.

Una de las puertas de la ciudad.

sinagoga.



En Rumanía es normal encontrar productos frescos de agricultores locales. nosotros nos dimos una sorpresa al encontrar estos tomates "Valencianos" en una parada.


Compramos uno de 800 gramos y nos lo comimos en ensalada. Muy rico. Sólo eche de menos el aceite de oliva de casa.



miércoles, 15 de julio de 2015

El castillo de Drácula.

Hoy visitamos el castillo de Vlad Tepes, más conocido como Drácula, ya que Bram Stoker se inspiró en la leyenda de Vlad y su castillo para escribir sus novelas.

Vlad Tepes


Según cuentan algunos por aquí, Vlad Tepes no le chupaba la sangre a nadie, aunque si es verdad que clavaba las cabezas de los enemigos sobre picas para demostrar su dominio y atemorizar a sus enemigos. Quizás esta forma de proceder incitó a los occidentales o en primer lugar a sus enemigos a exagerar la leyenda de Vlad Tepes hasta trasformarlo en un bebedor de sangre de doncellas.

Clavando cabezas en las picas


El castillo no se parece en nada a los típicos castillos de las películas de vampiros y no daba mucho miedo, aunque también es verdad que es imposible tener miedo con cientos de turistas por todos lados. Ah, he de decir que el suelo de todo el castillo era de madera... ¡y crujía como en las películas de miedo!

A pesar de que no era un castillo muy tenebroso, estaba muy bien conservado y era grande, lo cual compensó la entrada que pagamos.

En fin, ¡Ahí van algunas fotos!


La entrada al castillo


Cuchillos... era de lo poco que podía sugerir alguna escena sangrienta.


El patio esta chulo

En Rumanía no echan monedas a los pozos de la suerte. Echan billetes.





























Y eso es todo. Que durmáis bien esta noche.

Bueno, para terminar os dejo con lo que más recordaba a un film de terror: el pasadizo secreto para llegar desde la primera planta del castillo hasta la tercera.