Nada más llegar a Vic... ¡Carmina se apunta a bailar en la calle! |
Por la noche, Verónica nos invitó a cenar a su casa. Aprendimos nuevas recetas de cocina y saboreamos muy buenos platos.
Verónica, además de ser una buena cocinera, es una chica valiente, muy social y una apasionada de los viajes. Estuvimos conversando un buen rato y nos fuimos a la cama muy cansados.
Ah, también nos enseñó como se puede llenar de aire un colchón hinchable... ¡con un secador del pelo!
Luego aprovechamos para descansar, ya que estábamos molidos de la caminata de ayer.
Por la mañana Verónica se fue a trabajar temprano y nos dejó las llaves de su apartamento. Nosotros fuimos a dar una pequeña vuelta por Vic. Me sorprendió lo bonito que era su centro histórico, pero el paseo duro poco pues estábamos molidos de la caminata de ayer. Así que decidimos comprar unas cosas para preparar la comida y descansar un poco.
Nos encontramos este cartel en una calle del centro de Vic. |
Truco comercial: pones "TODO A"... y luego una lista con todos los precios de tu tienda. |
Templo Romano del siglo II |
Y después de comer...
Con Verónica y con su hermano, hicimos un poco de deporte en el parque. |
Este hombre nos invito a probar embutidos típicos de Vic |
Colla de Geganters de Vic |
Gegants artesanals |
¡La Catedral! |
Vista panorámica de la Plaza Mayor. |
A punto de saborear nuevos y agradables sabores a la hora de Cenar. ¡Gracias Verónica! |
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